Cuando se ve las obras que pasan en televisión, se sabe que no habrían podido ser aceptadas por productores de cine que hubieran creído que no eran lo suficientemente comerciales.

Jean Dewever siempre ha considerado que no hay ninguna diferencia entre sus películas, sus películas realizadas para la televisión y sus videos; y habla con conocimiento de causa, ya que desde joven entró en contacto con la televisión, gracias a Marcel L'Herbier (de quien fue el primer asistente durante el rodaje de Adrienne Mesurat).

La calidad técnica y artística es la misma, la ambición de las obras también. No existe eso del cine y la televisión, un arte y un cesto de basura.

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